Gica nunca ha destacado en nada. Lo único que se le ha dado bien en la vida ha sido dormir, y soñar. Cuando comienza una nueva vida en una nueva ciudad, cada día más lejos de aquello que considera cercano y seguro, no puede imaginar, ni en sus más alocados sueños, que su mediocre vida dará tal vuelco como cuando descubra que su único talento es la clave para salvar a sus seres más cercanos de sus propios demonios. Lo que no tiene tan claro es si le servirá para salvarse a sí mismo.